8 Cosas que aprendí de G.A. Mangun

El difunto G.A. Mangun fue mi pastor por solo unos cuantos meses. Fue nuestro presbítero por más de 50 años. Aprendí de él—por observación, lo que me llevó a mis pobres esfuerzos de duplicarlo.

 

Aprendí: recibe el mensaje y permanece con el mensaje. En cada reunión seccional, G.A. Mangun tenía un mensaje: "Oren, ayunen y alcancen a las personas perdidas.” ¡Este mensaje estaba presente en cada reunión! Aprendí: “La repetición es la madre del aprendizaje.” Más tarde apliqué los principios de las cadenas de oración y la oración enfocada, que aprendí de él.

 A finales de los años 70, la hermana Mangun me escuchó predicar una celebración juvenil en Colfax, Louisiana. Ella le sugirió al hermano Mangun que yo predicara un fin de semana en Alejandría. No agregué nada; simplemente cuánto aprendí ese fin de semana. Esto fue poco después de la masacre de Jim Jones en Guyana. El fin de semana que estuve allí, una señora había escrito una carta al periódico que comparaba al hermano Mangun con líder de culto Jim Jones. Como si eso no fuera suficiente, esa semana un compañero de importante perfil de la iglesia había abandonado a su esposa e hijos. Ese domingo nadie habría sabido que había llegado esa carta al periódico, y todos habrían pensado que a todos los santos de Alejandría les iba bien. Sin duda, ambas situaciones fueron hirientes, pero nadie habría sabido que algo andaba mal. Aprendí: no dejes que las cosas o acciones negativas de otras personas afecten tu adoración o liderazgo.


Ese mismo domingo, después del servicio vespertino, el hermano Mangun nos dejó a Norma y a mí bajo el cuidado de alguien en la iglesia. Tomó a una pareja pecadora que había visitado a comer algo al restaurante Howard Johnson’s. La persona que nos hospedó también nos llevó a Howard Johnson’s. Ahí estaba el hermano Mangun usando su tiempo sin pena ni vergüenza tratando de alcanzar a la pareja que estaba “perdida.” Su comportamiento coincidía con su mensaje. Aprendí - llegar a los pecadores es más importante que cualquier predicador visitante. G.A. Mangun nunca fue aburrido. Desde autobuses eclesiásticos decorados de forma “salvaje,” hasta su enfoque radical en poder llegar a las personas, hizo cosas que empujaban los limites. Estoy seguro, algunas cosas no le funcionaban, pero G.A. Mangun no se concentraba en lo que no le funcionaba. El celebraba lo que le había funcionado y lo que le estaba funcionando. Aprendí – hay que tener una personalidad, hay que probar cosas diferentes y hay que aceptar que a todo el mundo no le va a gustar.

 

Aprendí que el hermano Mangun esperaba que personas se convirtieran CADA semana. El hermano Mangun no estaba esperando un evento especial o a un evangelista que llegara a Alejandría. A los perdidos de les sería predicados a cada semana. Funcionó para él y luego funcionó para mí. Yo practico ese método hasta el día de hoy. La “Predicación Magistral” (Masterful Preaching ) es un libro mío que intenta reclamar el concepto de predicar a las personas perdidas. Si estás interesado en ser dueño de este libro. . . haga clic aquí.

 

Pastoreamos una iglesia joven en Vidalia, Louisiana. Era una iglesia de menos de dos años con un puño de personas, nada más. El hermano y hermana Mangun llegaron como "bateadores sustitutos" para nuestro superintendente de distrito, quien estaba enfermo. Habría más jóvenes en la clase de la Escuela Dominical para Jóvenes en Alejandría que en ese servicio especial en Vidalia, pero los Manguns sacudieron ese lugar. Esa noche bautizamos al padre de Curtis Thornton en el Nombre de Jesús. Curtis había sido el primer converso en Vidalia. Aprendí - no dejes que el tamaño de una multitud afecte tu ministerio; cada alma cuenta. Aprendí de G.A. Mangun que cualquier otra cosa que se te pida hacer, la iglesia local es la cosa principal.

En años posteriores, el hermano y hermana Mangun nos decían a mí y a otros: "No hagas esto como lo hicimos nosotros". Ellos no se perdían los domingos en Alejandría en los que predicaban por nada ni nadie. Aprendiendo de ellos durante años, nuestras vacaciones familiares eran de lunes a sábado. El domingo es el día principal, y es día de estar en casa.Finalmente, en el servicio conmemorativo para un hombre de muy gran impacto, noté que la gente de Louisiana Central portaban de todo, desde trajes carísimos comprados en la tienda de ropa de hombre de “Jerry Lee’s” hasta su mejor par de pantalones caqui o jeans. Había un caballero llevaba puesto su mejor overol. Para G.A. Mangun - un alma, era un alma, era un alma; y cada alma era importante. Él les pastoreaba a todos. Él los amaba a todos.Desearía haber prestado más atención y desearía haber tenido más tiempo, hay mucho más que pude haber aprendido.

Cosas que aprendí:

  1. Obtén el mensaje - permanece en el mensaje!
  2. No permitas que las cosas negativas afecten tu adoración o tu liderazgo.
  3. Alcanzar a los pecadores es más importante que la mayoría de las otras cosas.
  4. La obra de Dios no tiene que ser vainilla.
  5. Planifica ver personas convertidas CADA semana. ¡Predica de una manera que se pueda!
  6. No dejes que el tamaño de tu audiencia afecte cómo ministras.
  7. La iglesia local que diriges es lo principal.
  8. Amar a los santos. . . amar a la gente

 

Algunos de ustedes habrán aprendido cosas de G.A. Mangun que yo no tuve el privilegio de aprender. Tal vez pasaste más tiempo cerca de su fuego. Por favor, agregue a mi pobre lista en la sección de comentarios abajo.  Nota añadida de C. Coon: No tengo la intuición, el enfoque o la mentalidad sacrificial que G.A. Mangun poseía. Tengo un libro (escrito con la lengua en la mejilla) que aborda las “Preguntas de los Predicadores Pentecostales” (Questions Pentecostal Preachers Ask).

Para conocer mas sobre este gran hombre, visite nuestro canal de Youtube


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